Los esteros son las más próximas a Guayaquil, el Estero Cobina, el Estero del Muerto, el Estero Santa Ana y el Estero Salado, propiamente. En toda su extensión, los esteros presentan constantemente flujo y reflujo de las mareas oceánicas, razón por la que posee un ecosistema rico en fauna y flora, prevaleciendo el manglar en sus riberas.
Las cuatro ramificaciones mencionadas presentan un recorrido sinuoso que, históricamente, ha establecido los límites naturales de la ciudad hacia el suroeste, los mismos que han ido variando a medida que se rellenaban varias de las prolongaciones de estos esteros hacia la trama urbana en crecimiento no controlado. En la actualidad se aprecian aún los cuatro esteros con una serie de ramales menores que penetran hacia la trama urbana y que se extinguen a unos dos kilómetros del ramal principal.